Morir es la disolución de los contrarios y un acto de valentía.
Nací en La Orotava —al amparo de un monte al que llamo Padre—, en Tenerife, Islas Canarias, en 1959. Viticultor de profesión compagino vino y literatura, dos artes que colman cuerpo y alma. Hace años que deseaba escribir para alguien, y ahora es el momento. Trabajar en lo que me gusta junto a gente amante de la literatura, de las palabras, de lo que está bien escrito, ha sido posible gracias a la Red. Proyectándome como escritor he participado en esta antología de cuentos, Necroslogía, emprendiendo un camino de aventura en común, con gentes de todas partes del mundo de habla hispana que se ilusionan con aquello que aman.