¿La muerte? ¿Seguro que está bien formulada la pregunta?
Fui esclavizado al oeste de El Aaiún con cinco años, pero mi labia me permitió conquistar el favor del negrero bereber que pretendía vejarme, que pronto prefirió verme lejos, aunque fuera a lomos de su Mercedes SLS. Abducido por seres de otra galaxia, escupido de su nave por razones ignotas, fui digitalizado sin piedad por un adolescente baneado por su novia, para después ser enterrado entre los bits de LaTribu 11. Y allí sigo, buscando la puerta de salida…
Quizás sospechen ustedes que esto no tiene por qué ser necesariamente cierto. Si lo prefieren, pueden imaginarme sentado en una cafetería, ocupando una mesa y emborronando servilletas durante interminables horas tras pedirme un café, en ocasiones una Voll Damm, dependiendodel momento del día del estado de ánimo. Una imagen más bien aburrida, francamente aséptica. Se me antoja que menos real.
Quizás sospechen ustedes que esto no tiene por qué ser necesariamente cierto. Si lo prefieren, pueden imaginarme sentado en una cafetería, ocupando una mesa y emborronando servilletas durante interminables horas tras pedirme un café, en ocasiones una Voll Damm, dependiendo
Ubicación: Barcelona, España